Patricia King: "En el 2007- QUE TUS SUEÑOS Y DESTINOS SE HAGAN REALIDAD!"
"Él conoce que el verdadero clamor de nuestro corazón no es simplemente para que sus promesas se cumplan, sino que podamos CONOCERLE…”
En el 2006, nuestra vista tenía que morir.
Recientemente, estaba orando por el Año Nuevo, preguntándole a Dios lo que tenía reservado para nosotros en el 2007. Sentí que Él decía que este sería un año de “Sueños y destinos haciéndose realidad”.
En el 2006, muchos de nosotros oramos y oramos, decretamos y decretamos, creímos y creímos lo que el Señor había puesto en nuestros corazones. Y muchos de nosotros fuimos retados cuando no vimos las promesas ser liberadas de la manera que pensábamos que serían. No vimos lo que pensamos que veríamos, de la manera que habíamos pensado que sucedería, cuando lo estábamos esperando.
Pero no te desanimes. Dios no nos ignoró. Él no nos olvidó. Él no se apartó de nosotros. Él simplemente nos estaba preparando para recibir una mayor revelación de quién es Él y cómo es Él. Él estaba preparándonos para recibir algo aún más grande y mejor.
2006 fue un año de de Dios permitiendo que “nuestra vista” de lo que Él iba a hacer – muriera. No los sueños y destinos que Él nos ha llamado a creer, sino simplemente “nuestras vistas” de cómo Él lo haría, y cómo se vería. Todo para que Él pudiera hacer algo aún más grande y mejor!
A menudo, cuando nuestros planes para una promesa no llegan a pasar, pensamos que la promesa ha fallado, también. No es así! Simplemente estamos siento arreglados por Dios para Verle a Él en una medida aún mayor. Dios me dice todo el tiempo que espere que Él se mueva en maneras grandes, pero Él también me recuerda no esperar “cómo” se verá eso. A menudo sentimos que conocemos cómo Dios debería hacer algo, o cuándo debería hacerlo Él.
Él quiere sacarnos de las cajas de lo que pensamos sobre Él, y recordarnos que Él es un Dios asombroso e infinitamente multifacético. Porque en lo profundo, Él conoce que el verdadero clamor de nuestro corazón no es simplemente para que sus promesas se cumplan, sino que podamos CONOCERLE en una manera aún mayor mientras las promesas se cumplen!
A Él le gusta sorprendernos! Él ama revelar Sus promesas en maneras que revelan una mayor medida de quién es Él para nosotros. Y yo creo que si nos mantenemos en la fe, continuamos orando, y alabando y honrando a Dios, conociendo que “Sus caminos son más altos que nuestros caminos”, 2007 será el año en que escuchemos al Señor decir: “Sueños y destinos, háganse realidad!” Y ellos se harán realidad en maneras que nos mostrarán nuevos aspectos de nuestro Dios increíble que nos tendrán alabándolo y amándolo como nunca antes!
Una Enseñanza de Lázaro
"Jesús amaba tanto a Marta y a María, que no respondió a sus oraciones de la manera que pensaron que Él lo haría”.
En Juan 11, escuchamos la historia de Lázaro y su resurrección. Lázaro y sus hermanas Marta y María, eran amigos muy queridos de Jesús. Él los ha visitado en varias ocasiones. Marta ha cocinado para Jesús. María se había sentado a Sus pies adorándolo, ungiéndolo con aceite, y enjugando Sus pies con sus lágrimas y sus cabellos. Esta es una familia que ama apasionadamente al Señor. Y ellos saben que Él los ama. De hecho, cuando Lázaro se enferma, la palabra que ellos envían a Jesús es: “Señor, he aquí el que amas está enfermo” (Juan 11:3)
Esta familia no solamente amaba al Señor, ellos conocían al Señor. Ellos sabían que Él era el Mesías. Ellos sabían que Él era Dios. Y ellos sabían que cuando necesitaban ayuda, Él estaría allí. Así que cuando Lázaro se enfermó, Marta y María hicieron lo que todos hacemos-ellas oraron. Ellas enviaron una palabra al Señor. Y porque ellas sabían que Jesús los amaba, y ellas sabían que Jesús era el Sanador, y ellas sabían que Jesús era bueno y que Él era Dios, Marta y María esperaban que Él se pareciera y ayudara.
Dios quiere que esperemos que Él se mueva. Él recompensa esa fe. Pero a menudo Sus caminos o Su tiempo, al comienzo, no parecen tener sentido a nuestros caminos o pensamiento!
Ahora Jesús sí amaba a esta familia. Así como te ama a ti y a mí – perfectamente, eternamente y apasionadamente. Juan 11:5 lo deletrea correctamente “Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro”. Él los amaba tanto, que cuando recibió su mensaje pidiendo ayuda con su problema (cuando Él escuchó su oración), Él no vino enseguida (Juan 11:6). Qué? Eso no tiene sentido. No para nosotros, ni para Marta y María. Pero tenía perfecto sentido para Dios.
Jesús amaba tanto a Marta y a María, que Él no respondió a sus oraciones de la manera que pensaron que Él lo haría, ni en el tiempo que parecía tener sentido para ellas. Jesús los amaba tanto, que de hecho Él esperó que Lázaro muriera de su enfermedad. Él sabía que esto sería duro para Marta y María (sin mencionar a Lázaro!). Él sabía que esta no era la manera que ellos pensaron que las cosas pasarían. Las intenciones de Jesús eran traerlos a una mayor revelación de cómo y quién era Él.
Ven, Dios a veces nos permite que pasemos a través de un tiempo difícil – un tiempo donde sentimos que Él no nos ha escuchado, o que Él no nos ha respondido, o que la promesa que estábamos creyendo ha muerto, para que Él pueda mostrarse en una manera que nunca hemos imaginado, y revelarse en una mayor medida de quién es Él a nosotros y para nosotros!
Marta y María sabían que Jesús era la respuesta a su problema. Ellas sabían que Él podía ayudar. Ellas sabían que Él era la promesa. Pero porque Él no se movió de la manera que “ellas pensaban” que Él lo haría y cuándo Él debería, ellas estaban confundidas, ellas estaban enojadas, y estaban lastimadas. Ellas estaban rodeadas de gente que las consolaba (Juan 11:19). Mucha gente es probable que les estuvieran diciendo a Marta y a María que ellas habían creído demasiado para Dios, que ellas necesitaban ser más realistas, y que el tiempo que Dios se moviera en poder ya se había acabado. Gracias al cielo que ellas no escucharon!
Derrama tu corazón como Marta y María
Cuando tú estás: luchando con el desánimo, luchando con que Dios no se muestra como tú piensas que debería, confundido, lastimado, o aún enojado con Dios, no escuches a los consoladores bien-intencionados que te dirán que bajes tus expectativas, o que Dios ya no se mueve en poder o sanidad o milagros. Haz lo que Marta hizo en Juan 11:20, ve y encuéntrate con Jesús!
Ponte de frente a Él y derrama tu corazón! Dile cómo te sientes. Dile que no comprendes. Dile que estás confundido. Dile que estás enojado. Dile que tu corazón está roto. Incluso dile que crees que sabes lo que se supone que Él debe hacer y cómo se supone que debe hacerlo (esto es lo que Marta hace en Juan 11:22 y 24, cuando le dice al Señor “Yo sé” esto y “Yo sé” eso).
Durante esos tiempos cuando el Señor no ha contestado tus oraciones de la manera que pensaste que Él lo haría, no te apartes de Él, sino vuélvete a Él. Tanto Marta como María van donde Jesús con su dolor y confusión (Juan 11:20, 29). Y nosotros deberíamos hacerlo también.
Cuando María cae a los pies de Jesús (un lugar donde ella ha estado antes), derramando su corazón y compartiendo su dolor y confusión (Juan 11:32), el Señor no se ofende. Dios no se aparta de nosotros cuando estamos luchando, incluso cuando estamos luchando con Él. Al contrario. Él nos anima a venir confiadamente ante Él durante nuestros tiempos de necesidad (Hebreos 4.16). Esto conmueve profundamente a Dios (Juan 11:33, 11:35).
Creo que cuando Marta y María fueron ante Dios y vieron cuán profundamente conmovido estaba Él por todo lo que ellos habían atravesado, que algo en ellas fue profundamente conmovido. Algo en ellas recordó que Jesús era el Dios que las amaba, el Dios a quien adoraban y el Dios que solo quiere lo mejor para ellas. Cuando ellas se dieron cuenta que Dios no había endurecido Su corazón hacia ellas, el duro corazón de su confusión fue roto.
Vemos esto proféticamente en la tumba de Lázaro cuando Jesús dice: “Quitad la piedra!” (Juan 11:39). La piedra es lo que sella la tumba; es una señal de llegar a un acuerdo con la muerte, y representa cuando nos damos por vencidos con las promesas de Dios y permitimos que nuestros corazones se endurezcan.
La Promesa no está Muerta
"No solamente veremos la promesa volverse realidad, veremos una mayor revelación de Jesús!”
Jesús está de pie frente a la tumba, el lugar de muerte, sabiendo que la única cosa que ha muerto es cómo Marta y María solían verlo a Él. La promesa no estaba muerta. Y yo creo que Él estaba emocionado porque sabía que Marta y María estaban a punto de descubrir que Él era un Dios aún mayor, mejor y más fiel que lo que ellas imaginaban!
Jesús se vuelve a Marta y le dice: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40). Jesús entonces declara que Él sabe que Dios siempre escucha nuestras oraciones (Juan 11:41), y luego confiando en esto, Él grita “Lázaro, ven fuera!” (Juan 11:43). Y Lázaro salió, revelando una mayor medida de quién era Jesús, y una realización más plena de que todas las cosas son posibles.
Ahora, Marta, María y Lázaro no solamente lo conocen a Él como amigo, Señor, Mesías, Dios y Sanador, ellos lo conocen como “el Campeón sobre la muerte y cada obra del enemigo!. Y porque Dios lo hizo a “Su manera” en vez de a la manera de ellos, ellos tuvieron una mayor revelación de quién era Él, y también lo hizo el pueblo! Estalló un avivamiento, y muchos vinieron a conocer que Jesús era el Señor (Juan 11:45). Alabado sea el Señor!
No mires hacia atrás sobre lo que NO pasó el año pasado de la manera que pensaste que pasaría. Mira hacia Jesús y alábalo por que sus caminos son más altos que nuestros caminos. Derrama tu corazón a Él. Cree que Él escucha cada una de nuestras oraciones, y que si simplemente nos aferramos a esa creencia, veremos la gloria de Dios. Y que así como Marta, María y Lázaro, no solamente veremos la promesa volverse realidad, veremos una mayor revelación de Jesús! Quién sabe, incluso puede detonar un avivamiento en tu pueblo así como lo hizo en el de Marta y María!
Así que permanece en fe. Rechaza cualquier desánimo. Cree que Dios se va a mostrar en maneras sorprendentes que revelan más de quien Él es para ti que lo que has conocido antes. Emociónate de que Dios está haciendo “Su manera perfecta”, y que Él está haciendo excesivamente y abundantemente más allá de todo lo que podrías pedir o pensar (Efesios 3:20).
Y en el 2007, que aquellas cosas que sentiste que murieron en el 2006, sean resucitadas en maneras más grandes t mejores para la gloria de Dios. Que este sea el año que lo escuches a Él decirte: “Sueños y Destino, háganse realidad!”.
Bendiciones
Patricia King con Rob Hotchkin
jueves, 25 de enero de 2007
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