HE TRABAJADO EN VANO, SIN RESULTADOS.

Conferencia Pastor David Wilkerson, 16 de marzo 2006.

Tema: “HE TRABAJADO EN VANO, SIN RESULTADOS”.

Si esas promesas que Dios te ha prometido y que has creído, todavía no han sucedido también le pasó a gigantes de la fe, como Elías, David, Pablo, el Padre Bernardo (fundador de la teología),etc.

Las últimas palabras de Juan Calvino fueron: “todo lo que he hecho es en vano, no tiene valor, aún los malos han tomado el control de mi trabajo.”

David Livingstone (misionero en África por 23 años), cada vez que predicaba en África, lo seguían los que buscaban atrapar esclavos y venderlos, dijo: “Lo único que he hecho es ayudar a los africanos a que sigan siendo esclavos, después de 23 años, mi trabajo ha sido en vano”.

George Bowie (un millonario que dejó todo y se fue como misionero a Bombay, India), vivía en un pequeño lugar en Bombay, vivó 40 años en India, las agencias misioneras no lo apoyaban, ni una persona se convirtió, cuando murió, toda la ciudad, el gobierno, reconocieron que ese era un hombre de Dios, que querían el Cristo que tenía este hombre.

Has pensado: “Soy el ser más inútil en la iglesia, Dios me golpeado, herido con desilusión, me levanta a veces y luego me deja caer en la nada, simpatizo con Job y Elías porque luego de estos años he trabajado en vano”.

Este era un hombre de oración (George Bowie), un hombre íntegro y no pudo ver los resultados. Nunca midió su ministerio por el ministerio de los demás.

La vida de este hombre reflejaba a Cristo, su deseo era ser como Cristo, con resultados o sin resultados, él quería que Cristo se reflejara en su vida, que fuera a Cristo a quien vieran.

Isaías 49 dice “He trabajado en vano”. Los teólogos han coincidido en que éstas son palabras de Jesús, no de Isaías. El Padre envía al Hijo a una misión: traer a Israel de regreso al Padre.

Hebreos 4: 15.

Me da lástima ver pastores que lo que quieren es mantener una multitud en sus iglesias y agradar ante los ojos de la gente.

Dios no me envió a construir una iglesia grande.

Cuando ante el trono tenga que dar cuenta de mis motivaciones, será ser como Cristo, esto comienza en el hogar, si mi esposa no puede ver a Cristo en mí, entonces no soy como Cristo.

Cada día quiero ser más como Cristo, quiero que la gente vea a Cristo en mi vida, aún cuando estoy sentado en un restaurante, quiero que la gente sienta y vea a Cristo en mi vida.

Ser como Cristo es obra del Espíritu Santo.

A veces tenemos tantas expectativas. Jesús era humano, era Dios, y tenía expectativas.

Muchas veces medimos nuestros frutos con nuestras expectativas o con lo que otros están logrando.

Pensamos: “No puedo llegar a la estatura de esa persona”, pero no la conozco, no sé los problemas que está enfrentando.

Jesús vino a Jerusalén y comenzó a llorar, su misión era traer a Jerusalén al Padre y ellos lo crucifican.

Pensamos: “No he visto lo que quería ver”. A veces tratamos de hacer que las cosas sucedan en vez de esperar en Dios.

Si está tratando de conseguir cosas en su carne, entonces va a terminar sin la Palabra de Dios.

Is 49:4

Hay ministros que dicen: No estoy logrando nada, soy inefectivo, no veo resultados.

Estás juzgándote a ti mismo por las circunstancias que estás viviendo?

Te has preguntado: Que hay de mí? ¿Qué hay de mi llamado?

Puede estar desanimado, angustiado, pero no pecar. Pablo dice: todos están contra mí, pero en Corintios vemos que había gente orando por él.

No he visto lo que me has prometido, en mi familia, hijos, no veo resultados, no ví lo que pensé que iba a ver, entonces:

Is 49:4
Pero mi causa está delante de Jehová y mi recompensa con mi Dios.

Si piensas que has fallado, Dios ha plantado la semilla y está creciendo, la semilla está plantada, no voy a juzgarlo.

Usted y yo no tenemos derecho a juzgar nuestro pasado, si es pecado, está cubierto con la sangre de Jesús en el pasado, estamos limpios, no importa lo que haya pasado.

Cuando crees que eres un fracaso, Dios viene y te abraza y dice: No me has fallado porque me amas más que antes.

El Espíritu Santo quita esas fortalezas, esas mentiras del diablo de que has fracasado. No te juzgues más.