Conferencia Pastor Gary Wilkerson, 17 de marzo 2006.
Mr 1: 16-20
Galilea era una pequeña villa de pescadores con una situación muy particular: las actividades tenían mucho que ver con los líderes de la sinagoga, los rabinos.
Un memsar era un término en hebreo empleado para designar a un hijo ilegítimo, o para gente de una familia muy pobre, o con enfermedades graves. Eran rechazados por la sociedad. Jesús era un memsar.
Jn 8.
Las sinagogas manejaban las escuelas, cuando los niños tenían 6 años, el rabino los educada en Bethseba. El primer día les daba a los alumnos unas tablas con miel y les decía: prueba y ve que el Señor es bueno.
Desde los 6 hasta los 9 años, los niños estudiaban la Torah, los 5 libros del Pentateuco, no sólo la estudiaban, sino que la memorizaban.
Si después de este tiempo la habían memorizado bien, iban a secundaria. A los que no la habían memorizado bien, el rabino les decía: gracias por venir a Bethseba, tu corazón busca a Dios, pero no tienes lo que se necesita, ve a tu casa y sé un buen pescador o carpintero, o lo que tu padre quiera.
Secundaria iba de los 9 a los 12 años. Allí estudiaban y memorizaban los libros de la sabiduría, los libros proféticos.
Si los habían memorizado bien, continuaba la tercera etapa de su educación. A los que lo los habían memorizado bien, el rabino les decía: gracias por venir, pero no tienes lo que se necesita, ve a tu casa y sé un buen pescador o carpintero, o lo que tu padre quiera.
De los 12-15 años iban al Beth-Talmud, la tercera etapa.
Allí aprendían a ser maestros de la ley, aprendían cómo discutir, debatir y cómo responder una pregunta con otra pregunta.
Los israelitas son conocidos por responder una pregunta con otra pregunta. En una ocasión una mujer de USA viajó a Israel a una galería de arte, allí estaba un señor con el cabello blanco, barba blanca, era el que había pintado los cuadros, y la mujer le preguntó: cuál es su favorito?
El hombre le preguntó: es usted casada?
Ella le dijo: sí.
Él le preguntó: tiene hijos?
Ella estaba incomodándose, y le contestó: sí
Entonces él le dijo: cuál es su favorito?
Los estudiantes tenían que ser rápidos, elocuentes, valientes, intrépidos para presentar argumentos.
A los que no tenían estas habilidades, el rabino les decía: no tienen lo que se necesita, no tienen las habilidades necesarias, vayan a casa y sean pescadores.
La etapa más importante: por 6 meses los estudiantes viajaban alrededor del país siguiendo al rabino.
En Israel había entre 12-15 rabinos. Los niños que terminaban el Beth-Talmud escogían al rabino que querían seguir. El rabino les hacía preguntas y si le parecía bien lo que contestaba el estudiante, entonces lo aceptaba como aprendiz y le decía: Ven y sígueme, con esta frase los aceptaba, esto era lo que los estudiantes anhelaban oír. Si no le parecía la respuesta, entonces le decía al estudiante: ve a tu casa y sé pescador.
Los estudiantes que eran aceptados, (llamados Talmiram), de los 15 a los 30 años eran entrenados para ser rabino. Cuando alguno de los 12-15 rabinos moría o se jubilaba, entonces había elecciones en Israel para elegir un nuevo rabino de entre los 70 u 80 Talmiram.
Tal vez un rabino decía: yo tengo un estudiante que tiene pasión, otro rabino decía: yo tengo un estudiante que tiene inteligencia, otro decía: uno tiene elocuencia, otro rabino decía: el mío tiene habilidades de liderazgo, pero además de todas estas características, había una muy sobresaliente, un término hebreo: Schmika, este término era usado para designar a alguien que tiene algo sobrenatural en su vida, algo más allá que la capacidad humana de la persona, algo que solamente puede venir de Dios, un don especial de Dios.
Cuando un rabino decía: Oh, pero yo tengo este estudiante que tiene Schmika, entonces los demás rabinos decían: ya está decidido, él debe ser el nuevo rabino.
Entonces, venían donde este estudiante y le decían: Tú tienes Schmika, vas a ser el nuevo rabino. El estudiante pensaba: Dios me ha elegido para ser rabino, mis sueños se han hecho realidad, Dios me ha bendecido.
Luego, los rabinos le decían a los otros estudiantes: No tienen lo que se necesita, entonces podían ser escribas, maestros de la ley, pero no podían ser rabinos.
De los 6 a los 9 años, todos los niños iban al Bethseba.
De los 9-12 años, sólo había pasado la mitad.
De los 12-15, ¾ de estudiantes se iban, solo quedaba ¼
De 15-30 años, quedaban de 70 a 80 estudiantes (talmiram).
De este pequeño grupo, solamente uno puede ser rabino, el resto tuvieron que volver a sus casas, desanimados, pensando: No tengo Schmika, Dios no me ha llamado.
A estos cuatro nombres en la Biblia (Simón, Andrés, Jacobo y Juan), algún rabino les rompió el corazón a todos estos pescadores.
Jesús no fue a la escuela, fue educado en los negocios de su padre, fue un carpintero.
Autoridad= Schmika
A los 12 años, Jesús estaba en la sinagoga, debatiendo, entonces los rabinos le preguntaron: de dónde tienes esa Schmika?, de dónde tienes esa autoridad? Jesús les dice que no viene de rabinos, mi Schmika viene de Dios.
Jesús les dice: me llamaban memsar (ilegítimo) y ahora que reconocen la bendición de Dios en mi vida, me preguntan de dónde viene mi Schmika.
Dios puede tomar memsars, rechazados, desechados y llenarlos de su poder y de su Schmika.
Cuando Pedro miró a Jesús en la playa, probablemente pensó, allá viene el rabino de rabinos, el Schmika de los Schmikas, y cuando vio que Jesús lo miraba, pensó que Jesús venía a exhortarlo, pero Jesús le dijo: No he venido a exhortarte, sino a llamarte: Ven y sígueme.
El rabino de todos los rabinos, el Schmika de todos los Schmikas ha visto algo en mí y me ha llamado, Pedro fue llamado por Dios.
Estos cuatro hombres (Simón, Andrés, Jacobo y Juan) en algún punto de su vida fueron rechazados, les dijeron que no tenían lo que se necesita, pero el Rey de Reyes los llamó y les dijo: Ven y sígueme.
Lo necio del mundo usa Dios para avergonzar a los sabios.
Cuando Pedro habla con Caifás (el sumo sacerdote, el hombre que mató a Jesús), Caifás le dice: de dónde tienes esa autoridad? De dónde sacaste esa Schmika que no es como la Schmika de mis alumnos? Ahora Pedro era un hombre como su maestro, Jesús, y tenía la misma Schmika que Jesús tenía.
El mundo te ha dicho que no eres inteligente, elocuente, que no tienes el liderazgo que se necesita, pero el Schmika de Schmikas te miró a los ojos y te dijo: Ven y sígueme!
Tú tienes toda la Schmika. Ven y sígueme.
Jesús te ha llamado, te ha llenado con su Espíritu, estás lleno de su Schmika.
No puedes seguir a Jesús si no tienes Schmika.
Quédate en la presencia del Señor y Él te llenará de su Schmika cada día.
Dios me ha llamado, no soy un memsar (rechazado, desechado), soy un elegido por Dios, Él me ha dado Schmika.
Crees en Jesús?
Jesús cree en ti, por eso te llamó, por eso te eligió, no puedes renunciar.
Si lo sigues, no puedes volver atrás, no tienes que deprimirte, porque tienes Schmika, tienes el fuego de Dios para cambiar tu nación, tu ciudad, y tocar a los perdidos y el mundo dirá: de dónde tienes esa Schmika?
Cuando el diablo trate de engañarte, de deprimirte, de decirte que eres un memsar, un rechazado, dile: diablo, tú no tienes Schmika, YO TENGO SCHMIKA!!!
miércoles, 11 de abril de 2007
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