jueves, 6 de marzo de 2008

LA VARA DEL PASTOR. La Gloria separa

La Gloria Separa

La rebelión de Coré fue juzgada por la gloria de Dios. Números 16:19-21 explica que:

Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión; entonces la gloria de Jehová apareció a toda la congregación. Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento.

El “tribunal de siete jueces” es para ayudar a separar la verdad de la levadura, lo precioso de lo profano; este debe ser un Sacerdocio Santo que ha cenado en la mesa del Señor. Solamente desde este lugar, somos capaces de separar lo limpio de lo inmundo. De la misma manera que la rebelión de Coré fue juzgada por la gloria de Dios, así también las semillas de rebelión serán separadas de dentro de nosotros como individuos y como cuerpo corporativo!

El estrés y confusión en el mundo incrementará continuamente mientras este tiempo presente alcanza su plenitud y el Reino del Señor es preparado para ser revelado. La confrontación entre la luz y las tinieblas también escalará, así como la maldad aumentará. Asimismo, los hijos de luz deben responder para ofrecer esperanza y salvación a través de la obra redentora del Señor.

Recientemente vi este aumento en un encuentro de revelación. En él, miré una puerta siendo abierta de las entrañas del infierno, liberando una horda de espíritus malignos de una naturaleza profunda. De hecho, pude reconocer las características de algunos de ellos. Uno tenía la apariencia como Adolfo Hitler y otro como José Stalin. Creo que éstos representaban espíritus malos que funcionaron a través de estos tiranos históricos.

Miré cómo estos espíritus malos comenzaban a manifestarse delante de la gente y entrenar individuos a caminar en reinos de oscuridad y maldad nunca antes vista en nuestra generación. Era como si los individuos estuvieran siendo identificados y equipados para llevar “mantos” de oscuridad como lo predijeron profetas antiguos, referente a los últimos días.

Mientras esto ocurría, escuché una voz audible decir: “Los hijos de Luz deben responder de igual manera”. Con esa advertencia, vi ángeles descender del Cielo, que estaban preparados especialmente para la confrontación de los últimos tiempos. Ellos también estaban comisionados a encontrarse con individuos a través de visitaciones angélicas para entrenar a la gente a caminar en mantos de revelación y poder.

El Reino de Dios que es caracterizado con justicia, paz y gozo, se volverá más pronunciado dentro de un cuerpo de creyentes vencedor, mientras las tinieblas corren un curso paralelo de aceleración. Mientras estemos en este mundo, estamos advertidos de no ser parte del espíritu de este mundo. La luz brilla más durante tiempos de excesiva oscuridad!

Aquellos que se han rendido a sí mismos a la obra del espíritu de Dios, serán desarrollados en justicia y:

Resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Mateo 13:43.

Los últimos cientos de años de la historia de la Iglesia han visto numerosas expresiones de “rompimiento” espiritual que cambió cada generación posterior. Dios usó a Martín Lutero con una unción de rompimiento para re-establecer la realidad que el justo por fe vivirá.

Después de Lutero, John Wesley y otros avanzaron más allá con el mensaje de santificación y unción de rompimiento que alteró el entendimiento actual de la vida cristiana. Luego experimentamos otro rompimiento durante los días de William J. Seymour y el derramamiento en la Calle Azusa; después de eso vino otro durante los días de William Branham y el derramamiento de la lluvia tardía.

Actualmente, estamos en el borde del rompimiento más significativo de todos, que lleva a la manifestación de un cuerpo de creyentes que funcionan como hijos e hijas de Dios y hacen las obras que Él hizo. Este será el único antídoto contra las tinieblas y la maldad que penetrarán en los próximos años. Nuestra advertencia actual es abrazar nuestra oportunidad para la preparación y calificación para esta responsabilidad.

Esta generación verá la mayor manifestación de gracia jamás experimentada y cada indicación apunta a su inminente realidad. Esta generación surgirá con gritos de “gracia-gracia”.

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