Santifica tu Comida
Envenenamiento en la comida va a ser un gran problema en los días que vienen. En un esfuerzo incrementado de nuestros enemigos por promover temor en nuestra sociedad, el envenenamiento en la comida y provisiones contaminadas van a aumentar en los próximos días. Bob vio muchas áreas alcanzando el modo de crisis en relación a la pureza de nuestros bancos de comida. Gracias a Dios, tenemos la advertencia bíblica que:
Todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. 1 Timoteo 4:4-5.
Llegaremos a conocer la importancia de santificar nuestros alimentos con la palabra de Dios y la oración. Aún así, también debemos usar el sentido común para lavar completamente los productos alimenticios y evitar exposición a los elementos. Esta preocupación también facilitará mayores medidas de temor para aquellos que no tienen fe en cristo y Sus principios bíblicos. Mayor conocimiento y conciencia de peligros potenciales que existen en el suministro de alimentos del mundo, promoverán mayores medidas de temor y precaución.
Proféticamente hablando, esta analogía también está destacando la importancia colocada sobre lo que consumimos espiritualmente y de qué mesa comemos. El Señor nos ha dado la invitación de cenas en Su mesa. De hecho, él ha prometido preparar la mesa para nosotros en presencia de nuestros enemigos.
En la edición de La Vara del Pastor del año pasado, hablamos acerca de cenar en la mesa del Señor diciendo: En su visión, Bob se encontró en la mesa del Señor con estos tres artículos delante de él. Inicialmente, a él se le permitió ser partícipe del pescado, que representa simbólicamente nuestra posición de experimentar gracia sobrenatural. Luego, a él se le permitió alcanzar el pan, que es la revelación de Jesucristo.
Nuestra gracia en este día es para comenzar a tomar la medida total de la revelación del Cielo del Señor como el Rey vencedor exaltado. Más allá, comenzaremos a experimentar la promesa de Isaías 30:26, que dice:
Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó. Isaías 30:26.
El pan y el vino son típicos de la comunión. Esta expresión profética está destacando el deseo del Señor de “vendar la herida de Su pueblo” y producir una unión común o unidad espiritual entre muchos dentro de la iglesia. Claramente, la unidad de los hermanos es un aspecto fundamental del modelo de la iglesia del siglo 21.
La verdadera unidad se descubre cuando nos volvemos como Cristo. Cristo siendo formado en nosotros es el verdadero foro para la unidad espiritual entre hermanos. En la medida en que reflejemos la naturaleza y carácter del Señor, experimentaremos unidad espiritual.
jueves, 6 de marzo de 2008
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