jueves, 6 de marzo de 2008

LA VARA DEL PASTOR. La Palabra Viviente.


La Palabra Viviente

Separar lo limpio de lo inmundo y lo precioso de lo profano puede ser logrado solamente por la manifestación de la Palabra Viviente. Hebreos 4:12 establece:

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12

Estos días verán al Señor regresar como la Palabra Viviente para separar espíritu de alma y juzgar los pensamientos e intenciones de los corazones de los hombres. Muchos de nuestros mensajes proféticos están determinados por la sinceridad de nuestros corazones. Simplemente no podemos permitir que la ambición egoísta o agendas personales dicten el fluir de la comprensión profética.

El profeta Micaías es un maravilloso tipo espiritual de este ministerio que está emergiendo hoy. Este hombre de Dios vivió durante los días de Acab y Jezabel. En una ocasión Acab invitó al justo Rey Josafat a asociarse con él en una guerra contra los enemigos de Israel. Interesantemente, el deseo de Acab era retomar Ramot de Galaad, un territorio que por derecho le pertenecía a Israel. Sin embargo, este cumplimiento no ocurriría bajo su liderazgo impío sino en un tiempo designado.

Josafat se propuso inquirir del Señor para determinar la voluntad del Señor en este intento. Por tanto, Acab hizo desfilar a 400 de sus profetas ante los Reyes. Todos profetizaron los deseos de Acab. Algo en el corazón de Josafat no estaba contento con esta perspectiva. Él preguntó su había algún otro más que pudiera contactar el Cielo y declarar el corazón de Dios. Acab dijo:

Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. I Reyes 22:8

Había un profeta dispuesto a decir sólo lo que el Señor estaba diciendo y su nombre era Micazas. Este profeta valiente soportó una presión abrumadora del otro campamento profético para ponerse de pie ante Israel y Judá como una voz profética justa. I Reyes 22:13-14 registra que:

Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también buen éxito. Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré. I Reyes 22: 13-14

Micaías relató a Acab y Josafat su visión de ver un espíritu de engaño siendo comisionado del Trono de Dios para descansar sobre los profetas de Acab. Es importante comprender que estas voces eran profetas hebreos que se suponía eran entrenados y equipados para ponerse de pie delante de Israel como los voceros de Dios. Pero por causa de motivaciones incorrectas, Dios permitió que un espíritu de engaño prevaleciera, guiando a la muerte de Acab.

Micaías fue a profetizar el fracaso de esta misión y la mayor caída y la muerte de Acab. Claramente, esto enojó al rey, quien votó recompensar a Micaías con encarcelación, diciendo:

Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz. Y dijo Micaías: Si llegas a volver en paz, Jehová no ha hablado por mí. I Reyes 22:27-28

La fortaleza y fuerza de Micaías es un modelo profético para el tribunal de “jueces” que traerá separación en los próximos días. Todas las voces proféticas tienen la oportunidad de permitir este cernimiento y separación que ocurrirá dentro de nosotros para que nuestras propias voces sean puras y no adulteradas.

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